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Sanlúcar de Barrameda, langostinos y manzanilla.

Andrés Alonso. 22.06.2022.
Sí, por supuesto que sí, que Sanlúcar de Barrameda es mucho más que langostinos y manzanilla. Pero, como ciudad gaditana está celebrando y disfrutando el título de Capital Española de la Gastronomía, la gastronomía es ahora la estrella que guía a muchos visitantes. Y estos dos productos son su santo y seña.

La ciudad de 70.000 habitantes, que disfruta de 320 días de sol al año, comercializa en su lonja 146.000 kilos al año que surten sus 120 barcos, flota que reparte su actividad en las modalidades pesqueras de arrastre, cerco y chirla. Su lonja es la más importante de Andalucía, después de la de Isla Cristina.

La manzanilla está ligada al territorio. Sus 21 bodegas cultivan la uva palomino, de las que 18 pertenecen al Marco de Jerez, con 7.000 hectáreas de viñedo. Hace ya 57 años que gozan de una Denominación de Origen Protegida.

Su entusiasta alcalde Víctor Mora, nos comentó que la nominación de Capital Española de la Gastronomía 2022, está teniendo mucha repercusión y que la denominación “la ciudadanía la ha acogido muy bien”, al igual que los 150 restaurantes con que cuenta urbe. Y dejó claro que ahora “se hace una cocina de productos locales, elaborada, más que la tradicional del tapeo” y que las bodegas se han hecho visitables a raíz de la capitalidad gastronómica.

Y entre las diversas actividades que están llevando a cabo resaltó la de “Come,  bebe, sueña”, en la que cada día una bodega y un restaurante se unen en un barco para hacer disfrutar a los turistas que navegan por el Guadalquivir. “El año pasado comenzó con una acogida extraordinaria”, nos dijo.

Otras acciones que figuran en la programación son el Día de la Tapa, el Día de la Manzanilla y el de la Arena Fina. Así como la organización de viajes de prensa para difundir los recursos y posibilidades turísticas de la zona.

Durante nuestra última vista a la ciudad tuvimos la oportunidad de recorrer las bodegas centenarias de Barbadillo, gestionadas por una empresa familiar de larga tradición, que sigue haciendo el mismo proceso de elaboración que hace 200 años. De allí sale el vino blanco más vendido de España, el 36 por ciento de manzanilla, siendo las marcas más demandas Soleá y Muy Fina.

El salón Don Benito, que toma el nombre de su fundador, está abierto a la celebración de bodas y otros eventos. A la bodega se la conoce como La Catedral por ser con 12 metros la más alta del Marco de Jerez. Allí se crían 4.000 botas. La primera manzanilla que salió embotellada al mercado se denomina La Pastora.

Otra de las bodegas visitadas fue la de La Gitana, que nos fue mostrada por Fermín Hidalgo, octava generación de una empresa con 230 años de historia, lo que la convierte en la embotelladora más antigua de Cádiz. Nuestra visita se inició en la viña El Cuadrado, que es la más alta de la zona, y de donde sale uva cultivada en tierra albariza. Es una bodega autosuficiente, que cuenta con 9.000 botas.

Su propietario Fermín Hidalgo, que asegura sentirse feliz con su labor porque “vendo felicidad”, nos relata que la manzanilla es el vino más gastronómico por sus cualidades para el maridaje y uno de los principales atractivos turísticos de Sanlúcar. Su bodega, fundada en 1.792, tiene en La Gitana la marca más vendida en la exportación.

Su alcalde Víctor Mora insiste en que la gastronomía es una de las principales motivaciones que llevan a elegir a la ciudad gaditana como destino a millones de turistas de todo el mundo. “Aquí tenemos la suerte de contar con los mejores productos del mar, encabezados por los langostinos y un vino único.

Fresco y alegre con denominación de Origen, como es la manzanilla”.

“Y por ello, todos los que nos visitan quieren volver”, remarca el alcalde, mientras explica que “tenemos la suerte de ser una tierra abierta y hospitalaria en la que ser feliz es más fácil”.

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