Por Gabriela Sánchez
Con casi 70 años de existencia, lo que en sus inicios era solo una cadena hotelera de Palma de Mallorca, primera en España, hoy es un verdadero imperio del turismo mundial. Y es que decir Meliá International Hotels supone hablar de una de las compañías más prominentes de la industria: la tercera mayor de Europa y la líder mundial en destinos vacacionales en América Latina y el Caribe.
Fue el sueño de Gabriel Escarrer Juliá, fallecido este martes a los 89 años, y actualmente representa uno de los grandes orgullos y símbolos de la marca España a nivel mundial. Así lo ratifican sus más de 350 hoteles en 35 países, y cuatro continentes, con un equipo humano de más de 33,000 empleados. Una historia larga y loable que sigue añadiendo páginas.
Hoy, bajo la dirección de su hijo Gabriel Escarrer Jaume, Meliá continúa liderando el turismo mundial con una visión enfocada en la innovación y la calidad. Su presencia en mercados estratégicos, como el Caribe, Europa y Asia, y su compromiso con el turismo sostenible, garantizan la elección continua de los viajeros en un sector cada vez más competitivo.
En este 2024, la empresa se propuso la apertura de 20 nuevos hoteles, la mitad en el segmento de lujo, sumando cerca de 4,000 habitaciones en destinos estratégicos como el Caribe, Asia y Europa. Lo más reciente ha sido la expansión de la marca Zel, una colaboración con el tenista Rafa Nadal, en Sayulita (México), Punta Cana (República Dominicana) y Tossa de Mar (España).
Con la filosofía de la excelencia y la exclusividad, dio riendas a marcas como Gran Meliá, ME by Meliá, Paradisus y The Meliá Collection, diseñadas para satisfacer las necesidades de clientes exigentes que buscan lujo, personalización y experiencias únicas.
La revolución hotelera de Meliá: innovación y liderazgo global
Los resultados de Meliá Hotels International no serían lo mismo sin el firme compromiso con las prácticas sostenibles. Su enfoque incluye el diseño de hoteles más eficientes adaptados a las demandas de los viajeros conscientes. En este contexto, la compañía busca combinar experiencias de lujo con iniciativas que respeten el medio ambiente y las comunidades locales, inmersiones culturales, gastronómicas y de aventura.
La empresa se ha adaptado a las nuevas herramientas digitales para ofrecer a sus huéspedes experiencias personalizadas y eficientes. Desde la inteligencia artificial para gestionar reservas hasta plataformas integradas que permiten una planificación flexible.
Algunos de sus mejores ejemplos son el Villa Le Blanc, Gran Meliá Hotel en Menorca, considerado el primer hotel cinco estrellas gran lujo de la isla, inspirado en la arquitectura tradicional menorquina y el Gran Meliá Palacio de Isora en Tenerife, reconocido entre los mejores hoteles por los World Travel Awards 2022
A ellos se suman Villa Agrippina, en Roma, una suerte de resort-museo que debe su nombre a la primera dueña de la villa, la madre de Nerón. Pero no solo por ello es famoso, sino que resulta el más cercano al Vaticano y la Capilla Sixtina. Una majestuosidad similar muestra el ME Barcelona, ubicado en el Paseo de Gracia con vistas a la Sagrada Familia, mientras, con un foco en lo ecológico resalta el Meliá Serengeti Lodge en Tanzania, donde la naturaleza es la gran protagonista regalando además de confort paisajes idílicos al aire libre.
Con la mirada al futuro, Meliá pretende pisar Albania y el sudeste asiático, en busca de potenciar su turismo de lujo y experiencias personalizadas,para seguir siendo un referente imprescindible de la industria global.
Publicado en Caribbean News Digital.