Guido Calderón
Todos soñamos con ir al romántico París y tomarnos una foto con nuestra amada con la Torre Eiffel de fondo y 15 millones de personas lo consiguen cada año; y ahora con más facilidad, ya que han peatonizado el puente sobre el río Sena donde hasta hace un año había que tomarse la foto rapidito por el temor a ser atropellado. Ahora en el puente caminan miles de personas todo el día y más al atardecer cuando se admira el encendido de luces de la Torre.
Si la opción es ir por aviones low cost, aparecen 3 aeropuertos: Charles de Gaulle, Orly y … Beauvais que es usado esencialmente por Ryanair, pero está a una hora y media al norte de París y por 10 euros menos en el pasaje, se escoge un vuelo a otra ciudad distante a París, donde no hay otra opción que subir a una única línea de buses de ida y vuelta a París por 32 euros adicionales más tres horas de viaje y unas 2 horas más de colas a la intemperie, lo que a inicios de noviembre es muy frío y asumo insufrible en invierno.
Ya caído en la trampa, no queda, sino reconocer la habilidad de Ryanair para posicionarse en un aeropuerto prefabricado y aumentar una línea de buses a sus vuelos, que debería publicitarse como a Beauvais y no como a París. Esta estrategia de buscar aeropuertos pequeños sin uso, ha sido parte del éxito de esta aerolínea, que busca ciudades con un pequeño aeropuerto y monta vuelos de bajo costo que convierten en destino de moda a sitios que no se sabía que existían y lo que el usuario ahorra en vuelo, lo paga en transporte adicional, alimentación y colas bajo condiciones climáticas severas.
A Ecuador aún no llegan aerolíneas low cost y una que dice serlo no lo es, tiene un sinfín de costos escondidos que al final resulta más cara que las convencionales. Pero sí tenemos aeropuertos prefabricados y abandonados como el de Tena o viejos y sin vuelos como el de Riobamba, dos ciudades divididas por sinuosas carreteras que exigen 4 horas de maltratar el coche y de jugarse la vida ante buseros suicidas.
El negocio aeronáutico es muy rentable y Ecuador debe desarrollarlo para brindar la seguridad y comodidad que han perdido muchas carreteras y viajar en aviones que no nos dejen en Quito, pero si en Latacunga; que en Guayaquil vendan vuelos a Baños de Agua Santa, pero aterricen en el aeropuerto de Shell a 1 hora de Baños y a 10 minutos de Puyo.
Es necesario crear tantos incentivos para el transporte aéreo interno seguro y rápido, como los que existen para el caótico transporte terrestre.
Este contenido ha sido publicado originalmente por EL COMERCIO.