domingo, marzo 16, 2025
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Las grandes olas de Nazaré en Portugal: el evento natural más esperado del año

Cientos de personas esperan poder ver a las gigantes de Nazaré, las grandes olas de más de 20 metros que algunos se atreven a surfear en Portugal y que tienen lugar de otoño a invierno. ¿Te gustaría verlas en persona?

No sabemos si en Nazaré se invoca a Poseidón, pero lo cierto es que podría ser que este pequeño pueblo pesquero, en la costa de Portugal, haya pactado en algún momento de su historia con el dios de los mares. Solo eso explicaría la grandiosidad de sus olas, algunas de las cuales superan los 20 metros de altura para la expectación de todos los visitantes que se sientan a verlas cada año por estas fechas.

Nazaré es un lugar turístico, eso es cierto; a unos 120 kilómetros de Lisboa, esta villa es pura tradición pesquera, sin embargo también es la meca del surf en Europa. Las competiciones de este deporte acuático han convertido al pueblo en un lugar de peregrinaje, no solo para surfistas sino también para todo aquel que quiera vivir momentos de adrenalina, porque no hay nada más bello (y poderoso) que observar a una persona enfrentándose al mar y al oleaje con nada más que una tabla y la habilidad de su cuerpo.

Este pueblo luso alcanzó proyección mundial en 2011, cuando el surfista hawaiano Garrett McNamara cabalgó la mayor ola del mundo en fondo de arena, de unos 30 metros, en la playa del Norte, logrando así el premio Billabong XXL Global BigWave Awards y batiendo un récord Guinness. Siguiendo sus pasos, muchos otros surfistas han intentado superar a esta leyenda, en 2020 lo consiguió el surfista alemán Sebastian Steudtner quien surfeó una ola de 26,21 metros también en la playa del Norte entrando también en el récord Guinness. ​Quien sabe si este año se producirá un milagro y algún loco del surf (con cariño) supere alguna ola de más de 30 metros. ¡Habrá que estar atentos!

¿Por qué las olas de Nazaré son tan grandes?

Detrás de este fenómeno, tenemos que confesar que no está Poseidón sino el ‘Cañón de Nazaré’, un fenómeno geomorfológico submarino que permite la formación de perfectas olas gigantes. Se trata del mayor desfiladero sumergido de Europa, de unos 170 kilómetros a lo largo de la costa, que llega a alcanzar los 5.000 metros de profundidad.

Este fenómeno cobra fuerza los meses de octubre a marzo, aunque en verano también es posible ver grandes olas, por esa razón, hay que tener mucho cuidado en esta parte de la costa.

Nazaré es un pueblo pequeño, pero en esas fechas, se llena de visitantes. En años anteriores, se han superado las 80.000 personas (de las 10.000 que viven habitualmente). El principal lugar al que hay que ir a ver las olas gigantes y las competiciones de surf es a la playa del Norte porque ofrece unas vistas privilegiadas de las olas chocando contra los acantilados. También se recomienda ir al Faro de Nazaré y al mirador de Sitio ya que ambos ofrecen una perspectiva única de las olas y los valientes que las surfean.

Expectación para ver las grandes olas de Nazar.
Expectación para ver las grandes olas de Nazaré.Alamy

Qué ver en Nazaré más allá de las olas

El pueblo de Nazaré es un lugar tranquilo la mayor parte del año. La playa, de clima suave y de gran belleza natural, cuenta con una de las tradiciones más antiguas de Portugal relacionada con las artes de pesca. Por eso, no resulta extraño cruzarse con las pescaderas que todavía utilizan las siete sayas, como manda la tradición. Se puede observar el trabajo a última hora de la tarde de los sábados de verano, es entonces cuando tiene lugar el interesante espectáculo del arte xávega, durante el cual las redes cargadas de pescado llegan del mar y las mujeres gritan sus pregones de venta.

Mirando hacia el lado derecho del mar, aparece un importante promontorio, es trata del Sítio, desde el cual disfrutaremos de una de las más conocidas panorámicas de la costa portuguesa (y también de las olas). “Son 318 metros de roca que cae en picado hacia el mar y que se pueden alcanzar a pie, para los más valientes, o subiendo en ascensor”, explican desde la web de Turismo de Portugal.

En lo alto, nos encontramos la pequeña Ermita de la Memoria, en la que se cuenta la leyenda del milagro obrado por la Virgen al impedir que el caballo de un hidalgo, Don Fuas Roupinho, se cayese al vacío. En el mirador de Suberco se puede ver la señal dejada en la roca por la herradura en esa mañana de niebla de 1182 (o por lo menos eso dicen). En este lugar también se puede visitar el Santuario de Nuestra Señora de Nazaré y, no muy lejos, el Museo Dr. Joaquim Manso, en el que se pueden conocer con más detalle las tradiciones nazarenas.

Publicado en CONDÉ NAST TRAVELER.

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