Andrés Alonso. Madrid. 22.05.2024.
El Club Financiero y Ateneo de Madrid acogieron el ciclo sobre los “Hospitales de Peregrinos en el Camino de Santiago” en el que toaron parte varios directivos y Caballeros y Damas de la Orden del Camino, entre ellos el vicepresidente, Alejandro Rubín, quien mantuvo un encuentro en el que mostró su agradecimiento al Comendador Enrique Lillo y al Caballero Daniel Pacheco por esa extraordinaria coordinación del ciclo. Agradecimiento que hizo extensivo a la nueva Comendadora en Mexico Sur, Paola, Richards de Ovando, que comenzó en Madrid a ejercer su nueva responsabilidad.
Durante la Edad Media, el Camino de Santiago se convirtió en una de las rutas de peregrinación más importantes de Europa. Miles de personas de diferentes países y clases sociales emprendían este viaje como acto de devoción religiosa. Sin embargo, estas travesías presentaban muchos desafíos, como la falta de recursos y la posibilidad de enfermedades o lesiones.
Los hospitales de peregrinos surgieron como respuesta a estas necesidades. Su objetivo era brindar atención y cuidado a los caminantes, ofreciéndoles un lugar seguro donde descansar y recibir tratamiento médico si fuera necesario. Estos hospitales no solo eran lugares físicos, sino también instituciones que contaban con personal especializado en el cuidado de los peregrinos.
Estos centros ofrecían una amplia gama de servicios y cuidados a los peregrinos. Además de ofrecerles refugio y alimentación, también les brindaban atención médica, incluyendo tratamientos para enfermedades y lesiones comunes. Estos hospitales eran administrados por personal especializado en la atención de peregrinos, como médicos, enfermeras y hospitaleros.
Uno de los hospitales de peregrinos más emblemáticos en el Camino de Santiago es el Hospital de San Marcos en León. Este hospital, fundado en el siglo XII por la Orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalén, fue construido con el propósito de brindar atención y cuidado a los peregrinos que se dirigían a Santiago.
El Hospital de San Marcos es un verdadero tesoro arquitectónico, con su imponente fachada renacentista y su magnífico claustro gótico. A lo largo de los siglos, el hospital ha sufrido varias transformaciones y restauraciones, pero ha logrado conservar gran parte de su esencia original. Hoy en día, el edificio alberga un Parador de Turismo, donde los visitantes pueden disfrutar de todas las comodidades modernas en un entorno histórico.
Otro ejemplo de hospital de peregrinos que ha sido preservado es el Hospital Real en Santiago de Compostela. Este magnífico edificio del siglo XVI fue construido para dar alojamiento y atención a los peregrinos que llegaban a la ciudad santa es hoy Parador Nacional de Turismo.