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viernes, marzo 29, 2024

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La Rioja, Vino y mucho más

(España).- Es La Rioja un territorio pequeño en extensión, de poco más de  5.000 kilómetros cuadrados,  por ello fácil de recorrer y con muchos recursos y posibilidades turísticas. No por conocida y muchas veces visitada deja de sorprenderte. A nosotros, particularmente, es un destino al que nos encanta acudir a disfrutar de sus vinos, de su gastronomía, de su patrimonio arquitectónico  y de sus gentes.  Y eso, precisamente, es lo que hicimos en nuestro último viaje a la “La tierra con nombre de vino”.

Diversidad de paisajes, tradiciones,  vino, gastronomía y cruce de caminos. Es la directora general de Turismo, Mónica Figueroa, quien nos da el pasaporte y las pistas de lo que nos vamos a encontrar: “La tierra con nombre de vino es también la de la proximidad, un espacio surcado por siete ríos, que conforman siete valles diferentes y maravillosos; que es atravesada por el Camino de Santiago, que tiene monasterios como los de Suso y Yuso y  que la gastronomía es su gran baluarte”. Y,  necesariamente tiene que mencionar el turismo enológico al que los empresarios han ayudado a poner en valor.

LA-RIOJA

Para Mónica Figuerola, La Rioja “es un lugar idóneo  para escapadas, fines de semana o vacaciones cortas, que se muestra con espíritu evocador para vivir una experiencia única”. No olvidó la directora general de Turismo a su gente “tremendamente hospitalaria y concienciada de que el turismo es una importante industria para la región”. Nos hemos asentado en  Logroño y nos proponemos, como visitas imprescindibles, no dejar de acercarnos a las iglesias de San Bartolomé, Santiago y Santa María de Palacio, sin olvidar, por supuesto, la Concatedral de la Redonda.

Tiene la capital modernos edificios llenos de interés como el ayuntamiento diseñado por Rafael Moneo o Riojaforum, el palacio de congresos. Después de un paseo por sus calles y plazas, si queremos endulzar nuestro paladar, la mejor opción es, sin duda, la pastelería Viena, en la zona de El Espolón.
Para conocer los productos de la tierra hay que meterse en el mercado de abastos de  San Blas,  inaugurado en 1930 donde la combinación de materiales,  formas y elementos de diferentes tendencias confieren al edificio un carácter ecléctico, donde sus paredes guardan historias, un mundo lleno de olores, sonidos, texturas y  donde la huerta cobra vida y los mostradores se enriquecen con buenas carnes, embutidos, pescados, chacinas, y  frutos secos. Es un lugar que forma parte de la vida de la ciudad y es una gran atracción para los visitantes.

Logroño-Pasteleria-Via-V

Al mediodía o al caer la tarde la cita obligada es en las calles  Laurel o San Juan jalonadas de numerosos establecimientos de hostelería que ofrecen las más variadas especialidades de tapas y pinchos.
Ya se sabe que tanto en La Rioja como en Logroño hay muchos y buenos restaurantes. Alguna  propuesta, que los amantes a los placeres de la buena mesa no se deben perder: en Daroca de Rioja, la Venta Moncalvillo, una estrella Michelín. Y en la capital, atención a Taberna Herrerías. Buenas especialidades de la huerta encontraremos en Taberna de la Cuarta Esquina, en Calahorra, donde hay que aprovechar, además, para ver el Mueso de la Verdura.

En La Rioja cada vez hay más bodegas que abren sus puertas al público. Una de ellas es la de Ontañón, donde el vino se da la mano con el arte, gracias a las obras que nos dejó el artista Miguel Sainz, un riojano ilustre y gran conocedor de las civilizaciones mediterráneas. El Museo Bodega Ontañón es un recinto que está abierto a visitas guiadas con notorio acierto, ya que recibe 12.000 al año. Y no se puede dejar de visitar la bodega Dinastía Vivanco, el Museo de la Cultura del Vino, en la localidad de Briones, que atesora la mejor colección arqueológica y etnográfica. El vino tiene vida y como dicen allí, hay que devolverle al vino  lo que el vino nos ha dado.

Calahorra-iglesia-San-Francisco

Van a hacer once años desde que se inauguraron estas singulares instalaciones, un proyecto cultural y enoturistico, que es un referente en la innovación enológica. Durante el recorrido, el visitante puede conocer todos los componentes históricos, tecnológicos, sociales, culturales y artísticos que el vino nos ha legado, con un enfoque didáctico y enriquecedor. Además de a las visitas individuales o colectivas, el recinto  está abierto a congresos y convenciones.

Otra opción es llegarnos hasta Navarrete para pasear a caballo entre viñedos. En el lugar existe una granja de turismo ecuestre. Nosotros tampoco nos perdimos  la excursión a la Rioja Baja para buscar las huellas de los dinosaurios, en  Igea, un municipio de poco más de 700 habitantes, situado a 87 kilómetros de Logroño. Y hasta allí nos acercamos  para conocer  a estos animales que poblaron esta zona hace más de 120 millones de años, cuando estaba bañada por el mar.

Contacto: Andrés Alonsoadelsaja@gmail.com

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