(Global).- El mes más corto del año es el perfecto para las segundas oportunidades, para arrancar de nuevo, con más ganas y con diferentes excusas. Lejos del sofá esperan destinos viajeros con carnavales, romanticismos y nuevos años orientales así como paisajes impresionantes que se subliman a lo largo de estos 28 días. Que por soñar, planear y viajar no quede…
Courchevel, Francia
En pleno apogeo de la temporada de invierno, esta localidad eminentemente esquiadora y frívola a los pies de los Alpes más atractivos está de inauguración. Nada más y nada menos que tres nuevos establecimientos que se abren para confirmar lo se venía barruntando: Courchevel está a la altura de los mejores y más exclusivos destinos de nieve. Al margen de sus remontes, dormir en las camas de Les Airelles, Courchevel Cheval Blanc y K2 justifican cualquier escapada a estos parajes.
Oporto
La estación de São Bento se ha convertido en el nuevo polo de gentrificación cultural en la segunda ciudad más grande de Portugal. Bajo el nombre de Locomotiva, Oporto busca dinamizar todos los espacios logísticos y de almacenaje que rodean este eje de comunicaciones con un elemento común: el arte. Febrero ha arrancado con la malla red de Metamorfose cubriendo un solar abandonado. El grupo artístico Fahr021.3 pone el punto de color con esta instalación urbana y, de paso, viste las fotos de presentación de una iniciativa que durará hasta junio y que promete resucitar a todo este barrio.
Waikiki, Hawái
Febrero en la isla de O’ahu es sinónimo de surf ya que el clima, la marea y las corrientes ponen todo de su parte para que sus playas sean más golosas, si cabe, durante estos días. Entre todas ellas es imposible resistirse a Waikiki y no solo porque su nombre sea acompañado por ensoñaciones tropicales. El gran arenal de Honolulu ofrece el plan perfecto: cabalgar las olas por el día y darse al ocio nocturno entre los neones bailongos de las calles Kalakua y Kuhio. Y en caso de necesitar una alternativa menos movida, siempre quedará el parque Kapi’olani con su zoológico y su acuario.
Port Antonio, Jamaica
Por mucho que la barrera idiomática parezca insalvable, Jamaica ya es sinónimo de Caribe en la mente de los viajeros. Este redescubierto paraíso no es solo Reggea, Bob Marley y Usain Bolt. Nuevos enclaves costeros están despertando gracias al impulso de visitantes ilustres. Es lo que sucede con Port Antonio, una playa de ensueño descubierta por Errol Flynn en 1942 que también atrajo a otras celebrities como Katharine Hepburn. Durante este mes y este año va a vivir una segunda juventud con la apertura de nuevos hoteles como el Geejam, el Trident o el Castle. Una excusa perfecta para volver a disfrutar de la carne ahumada en la playa de Boston, del relax total del Río Grande y del espectáculo caleidoscópico de la Blue Lagoon.
Muscat, Omán
Deslumbrado por los hitos y la farándula de los Emiratos Árabes Unidos, Omán sigue conservando algo de dignidad propia y buen gusto. Febrero es un mes perfecto para disfrutar de su capital debido a unas tolerables temperaturas y a la alegría que se instala gracias a su festival, el evento cultural más importante del país. En una visita se percibe que el folclore y la tradición no solo perviven en el recinto ferial, sino que es un rasgo definitorio de esta ciudad. La gran mezquita, el palacio del Sultán o el zoco centran la atención arquitectónica y todavía no apestan a artificialidad.
Pamplona
El año cultural español arrancó con la apertura de un nuevo museo: el de la Universidad de Navarra. Aunque su nombre no desate alboroto, su carta de presentación es mucho más potente de lo que podría parecer, con Rafael Moneo firmando el nuevo edificio y con dos colecciones que podrían tener su propio hogar por separado. Por un lado, el legado de María Josefa Huarte formado por medio centenar de obras que firman artistas como Oteiza, Tàpies, Chillida, Kandinsky y Picasso. Por el otro, el fondo fotográfico de la propia universidad, con instantáneas tomadas por Ortiz-Echagüe, Robert Capa o Cartier-Bresson. Un interesante escaparate para el arte contemporáneo que hasta el 23 de febrero celebra su mes de puertas abiertas, siendo gratuito para todos los visitantes.
New Orleans
Preparen sus caderas y sus collares para disfrutar de la fiesta más auténtica y desenfadada de Estados Unidos. Sí, todos los Mardi Gras son especiales en el French Quarter y alrededores, pero este año la ciudad quiere saltar y tronar con más fuerza una década después de que el Katrina lo destrozara casi todo. Una oportunidad para desinhibirse, seguir un desfile y bailar sin complejos, pero también para darse una vuelta por una nueva New Orleans donde el graffiti y el arte urbano sirven para maquillar las ruinas.
Ivrea, Italia
El carnaval no es otra cosa que la celebración del color, la redención del arco iris tras el monótono invierno y el preludio de la primavera. Luego está la adaptación al calendario católico, pillada un poco por los pelos. En este pueblo del Piamonte su matiz preferido es el naranja ya que tienen por costumbre lanzarse este cítrico en una de las batallas de comida más antiguas del planeta. Su origen no está tanto en una celebración pagana como en la conmemoración de una rebelión contra la tiranía de las tropas napoleónicas que lideró una molinera (‘Mugnaia’). Un particular ‘Dos de mayo’ a lo piamontés donde ya no corre la sangre, sino el zumo de miles de naranjas espachurradas.
Guangzhou
En lugar de pensar este nuevo año chino en los fuegos artificiales de Shanghai y en los dragones de Pekín, pon tu mirada (o tu nariz) en las flores de Guangzhou. En esta gran ciudad del sur de China tienen la costumbre de celebrarlo con una entrega floral de tamaño descomunal, como todo en este país y con una especie de San Jordi, regalando a todo ser conocido crisantemos, petunias y hasta lechugas, que dicen que traen la fortuna y la riqueza. Más allá de participar en este festival, esta explosión de colores se puede disfrutar en mercados como el de Xihu, Liwan y Binjiang. (traveler.es)