¿Buscando inspiración para el puente de diciembre? ¡Has llegado al lugar adecuado! En esta lista te proponemos once destinos pensados para todos los gustos: desde los famosos mercadillos navideños de Colonia y Viena a las pistas de esquí de Zermatt pasando por la campiña italiana y la Laponia finlandesa.
¿Buscando inspiración para el puente de diciembre? ¡Has llegado al lugar adecuado! En esta lista te proponemos once destinos pensados para todos los gustos: desde los famosos mercadillos navideños de Colonia y Viena a las pistas de esquí de Zermatt pasando por la campiña italiana y la Laponia finlandesa.
1.-Florencia (Italia): stendhalazo en la Toscana
Romántica, artística y melancólica, Florencia no necesita de guías ni mapas: basta comenzar a caminar por sus calles para admirar sus encantos. El aroma del espresso te conducirá hasta lugares emblemáticos como la Catedral de Santa María del Fiore, la Piazza della Signoria, la Gallerie degli Uffizi y el Ponte Vecchio.
En el mes de diciembre, el mercadillo navideño de la Piazza Santa Croce ofrece una bella postal repleta de adornos artesanales y comida tradicional.
2.-St. Moritz: un cuento de hadas en Suiza
St. Moritz tampoco podía faltar en nuestras recomendaciones para el puente de diciembre. Su reputación como paraíso de esquí y lujo la precede y las primeras nieves ya han cubierto de blanco esta preciada joya alpina.
Inaugurada en 1864, la estación de esquí más antigua del mundo tiene una superficie de casi 29 km² y 350 kilómetros esquiables. ¿Quieres una experiencia diferente? Anímate a deslizarte por las pistas nocturnas, abiertas hasta las 2 de la madrugada.
Y que no falte el patinaje sobre hielo: cuando llega el frío, el lago de St. Moritz se congela y se convierte en una enorme pista natural y muchos hoteles disponen también de sus propias pistas de patinaje.
Al caer la tarde, las chimeneas y el aroma del chocolate caliente invitan a refugiarse junto al fuego y los restaurantes se preparan para ofrecer deliciosas y reconfortantes recetas locales.
3.-Londres: Navidad de película
Londres es un clásico que nunca falla, especialmente en diciembre, cuando la ciudad se transforma en un paraíso de luces y actividades festivas. Un paseo por Oxford Street y Regent Street es imprescindible para admirar las impresionantes decoraciones navideñas que iluminan estas emblemáticas calles comerciales.
Hyde Park se convierte en el epicentro de la diversión con Winter Wonderland, un enorme festival navideño con atracciones, mercados y pistas de patinaje sobre hielo. Para los amantes de los mercados más pequeños y pintorescos, los puestos de Southbank Centre Winter Market, junto al río Támesis, ofrecen delicias locales, regalos únicos y vistas inigualables del skyline londinense.
En Trafalgar Square, el majestuoso árbol de Navidad noruego preside un ambiente de villancicos y celebraciones. También puedes disfrutar de una de las tradiciones londinenses más auténticas: una función de pantomima navideña o un concierto en la Abadía de Westminster.
4.-Viena (Austria): luces, cultura y magia navideña
Viena es un destino perfecto para el puente de la Constitución, especialmente si buscas sumergirte en la magia de la Navidad. La ciudad brilla con mercados navideños espectaculares, como el Christkindlmarkt en la Rathausplatz, donde el aroma del vino caliente, las castañas asadas y las galletas de jengibre envuelve el aire festivo.
Pasear por las calles iluminadas de la Ringstrasse, te sumerge en una atmósfera de cuento de hadas. Además, la capital austríaca es un regalo para los amantes de la cultura. Aprovecha la temporada de conciertos para disfrutar de piezas clásicas en la Ópera de Viena o en el Musikverein, donde podrás deleitarte con obras de Mozart o Strauss.
No te pierdas una visita al majestuoso Palacio de Schönbrunn, que también alberga un encantador mercado navideño, ni a la Catedral de San Esteban, un emblema de la ciudad. Y para cerrar tu escapada con un toque dulce, prueba una Sachertorte o un café vienés en alguno de los históricos cafés de la ciudad.
5.-Praga: bella y melancólica
Praga recibe al viajero envolviéndolo en una atmósfera mágica, en la que los susurros de la historia se entrelazan con las melodías de los músicos callejeros y cada paseo se convierte en un poema sobre la belleza, la melancolía y la contemplación.
La neblina que se desliza sobre el río Vltava añade un toque de misterio a los puentes históricos, como si la ciudad estuviera protegida por una energía ancestral, mientras la luz del atardecer tiñe todo de naranja y violeta.
En los mercadillos navideños, el frío de diciembre se combate con vino caliente y café con canela. Los artesanos locales exhiben sus creaciones con orgullo y las luces parpadean anunciando la llegada de Santa Claus.
6.-Laponia finlandesa: auroras boreales, motos de nieve y la casa Papá Noel
La región de Laponia es hermosa en cualquier época del año pero sin duda, diciembre es uno de los meses más especiales para visitarla.
Una de las razones (de peso) por la que viajeros de todo el mundo se desplazan hasta aquí es la aurora boreal, un espectacular fenómeno de la naturaleza que no siempre es fácil de “cazar”.
En Finlandia, las auroras boreales aparecen aproximadamente 200 noches al año (concentradas en su mayoría desde finales de agosto hasta abril) y las posibilidades de verlas mejoran cuanto más al norte te encuentres (y más despejado esté el cielo).
¿Imaginas despertar bajo una cúpula de cristal admirando el firmamento? En Laponia es posible, pues muchos hoteles cuentan con cabinas y suites en forma de iglú donde puedes ver el cielo sin moverte de la cama (y sin pasar frío) gracias a su techo de cristal.
Los más aventureros preferirán, sin duda, montar en moto de nieve y atravesar bosques y lagos helados hasta dar con el mejor lugar donde esperar –a veces hay que tener paciencia– a que aparezca la aurora.
Además, no puedes irte de Laponia sin visitar a su habitante más ilustre: ¡Papá Noel! Santa Claus Village (el Pueblo de Papá Noel) se encuentra en la localidad de Rovaniemi y puedes consultar todos los horarios y actividades en su web.
7.-Colonia (Alemania) y sus mercadillos navideños
En Colonia se toman la Navidad muy en serio, tanto es así, que a finales de noviembre, sus calles ya lucen sus mejores galas: no faltan las luces, los abetos, los villancicos y, por supuesto, las típicas casetas de madera que se agrupan formando los famosos mercadillos navideños de la ciudad.
Juguetes, adornos, dulces, productos artesanales… Perderse por el centro de Colonia de mercadillo en mercadillo es una de las experiencias que todo amante de la Navidad debe vivir al menos una vez en la vida.
Los mercadillos más populares son: el de la Catedral (el más grande de la ciudad), el de la ciudad vieja (con pista de hielo incluida), la aldea de Santa Claus (en Rudolfplatz), el de Stadtgarten (cuyos visitantes son en su mayoría locales), el del Puerto (tematizado con motivos marinos), el de Neumarkt (el más antiguo) y el de Heavenue (el Mercadillo de Gays y Lesbianas, que no podía faltar en la autoproclamada capital gay de Alemania).
8.-Madeira (Portugal): piensa en verde
El archipiélago portugués de Madeira ofrece una mezcla perfecta de majestuosa naturaleza, cultura vibrante y atmósfera festiva durante los últimos meses del año, además de un clima ideal, con temperaturas que oscilan entre los 18 y los 21ºC.
Sus exuberantes paisajes conforman un inmenso manto verde que surge en el Atlántico como una brillante esmeralda esperando a ser descubierta.
Y para los que quieran disfrutar del espíritu navideño, a partir del 1 de diciembre, vuelve el popular Mercado de Navidad, ubicado en el corazón de la capital, Funchal, lleno de luces centelleantes, decoración, comida tradicional y artesanía.
9.-Val Thorens (Francia): un cuento de hadas en los Alpes franceses
La estación de esquí de Val Thorens es la más alta de Europa –se encuentra a 2.300 metros sobre el nivel del mar– y forma parte del extenso dominio esquiable de Les Trois Vallées.
Además del esquí alpino, Val Thorens ofrece multitud de actividades para los amantes del aire libre: senderismo, raquetas de nieve, MTB, motos de nieve, paseos en trineo, parapente, el tobogán Cosmojet –6 km de bajada con 700 metros de caída vertical– o la tirolina La Bee –1.500 metros de descenso a 65 km/h sobre las pistas.
10.-Gdansk (Polonia): la joya del Báltico
¿Polonia en invierno? ¡Sí! Y más si se trata de una ciudad tan activa como Gdańsk, también conocida como la capital del ámbar, porque tradicionalmente, ha sido el puerto de comercio principal de esta resina en la región báltica, la cual alberga el mayor depósito conocido de ámbar.
Enfúndate tu mejor abrigo y prepárate para descubrir una de las ciudades más bonitas del norte de Europa. Más de mil años de historia te esperan en sus calles y plazas, donde también hay lugar para la modernidad.
Lo mejor para conocer esta ciudad portuaria es perderse sin rumbo y encontrase con puntos calientes como la Casa de Uphagen (que alberga el Museo de los Interiores Burgueses), la fuente de Neptuno, la Basílica de Santa María, la Puerta Alta (Brama Wyżynna), el Museo de la Segunda Guerra Mundial o el Reloj Astronómico.
Merece la pena acercarse hasta los astilleros, también conocidos como el Astillero Lenin. Aquí nació, tras las revueltas de los años 70 y 80, el sindicato Solidaridad, que supuso el principio del fin del sistema comunista. Además de las gigantescas grúas, la zona alberga el Monumento a los Trabajadores de los Astilleros, el taller de Lech Wałęsa, el instituto de arte Wyspa y la famosa Puerta nº 2.
11.-Sierra Nevada (España): dentro y fuera de pista
La estación de esquí más meridional de Europa alberga 115,6 kilómetros esquiables, 120 pistas balizadas y las cumbres más altas de la Península: Veleta y Mulhacén, desde las cuales se puede ver el mar Mediterráneo.
Fuera de pista, la oferta de ocio continúa en sus pintorescos pueblos, la hermosa ciudad de Granada o hermosos rincones donde observar las estrellas.
Si las condiciones de nieve lo permiten, Sierra Nevada inaugurará su temporada 2023-2024 el próximo sábado 2 de diciembre.
Publicado en CONDÉ NAST TRAVELE.